#ElEstante: Hilda y el rey de la montaña
#ElEstante: Hilda y el rey de la montaña
Por Jorge Alonso Espíritu
En el año 2018 una sencilla, discreta pero entrañable producción de Netflix conquistó los corazones del público amante de la animación. Se trata de Hilda, serie creada en el Reino Unido que ese mismo año ganó el Annie -premio más importante del género- a la mejor serie animada infantil, repitiendo la hazaña con su segunda temporada en 2020.
Basada en las novelas gráficas de Luke Pearson, Hilda sigue las aventuras de una simpática niña de cabello azul que, abandonando una vida solitaria en su cabaña entre bosques y montañas mágicos, tiene que emigrar junto a su madre a la ciudad de Trollberg, una pequeña urbe cercada por una muralla que protege a sus habitantes de los troles, aunque no impide que convivan con otros seres mágicos. Una vez allí, Hilda tendrá que aprender a convivir con otras personas y llevar una vida funcional en un ambiente hasta entonces desconocido.
La belleza de Hilda reside en que su creador, tanto como la producción de la serie, se toman con mucho cariño la historia, los personajes y la animación. Así asistimos al crecimiento de la protagonista, al desarrollo de la relación con su madre -soltera-, con sus amigos, la ciudad y sus ciudadanos. Mientras esto sucede se desenvuelve el velo de un conflicto: los troles están cada vez más cerca de la ciudad y esto representa un peligro para sus habitantes. La metáfora es clara: el terror a los otros.
Este año, a las aventuras de Hilda se suma una tercera parte estrenada en la misma plataforma en formato de película. Retomando la trama en el punto de cierre de la segunda temporada (pero sin ser completamente necesario ver ambas temporadas), nuestra heroína, quien se encuentra en el corazón de la montaña de los troles, debe romper un hechizo que la ata a estos seres mágicos, mientras encuentra la forma de volver a casa con su madre.
Por su parte, sus seres queridos, mágicos y humanos, emprenden su búsqueda otorgándonos una de las mejores sorpresas de la saga, y de todas las series de animación modernas: un personaje tan sensible como valiente, lo más cercano a lo real que hemos encontrado. Se trata de Johana, la madre de Hilda, que se muestra sensible, quebrada por la pérdida de su hija y la dificultad de regresar a ella.
Hilda y el rey de la montaña, junto al resto de la serie, es una de las mejores animaciones de los últimos tiempos y una gran forma de iniciar el año.